El sueño a veces no se tiene en cuenta, pero es tan importante como comer saludable y ejercitarse.
El mal sueño es uno de los principales factores de riesgo de la obesidad, ligado a un riesgo 89 % mayor en niños y 55 % más alto en adultos.
El sueño a veces no se tiene en cuenta, pero es tan importante como comer saludable y ejercitarse.
El mal sueño es uno de los principales factores de riesgo de la obesidad, ligado a un riesgo 89 % mayor en niños y 55 % más alto en adultos.
Es importante que tu cuerpo aprenda cual es la hora de dormir, de despertar y de comer. Esto hará que su cuerpo funcione mejor, evitará el hambre frecuente y las idas nocturnas al frigorífico, que son las que más engordan. Además de esto descansar por lo menos 7 horas por noche da ánimo y mejora tu metabolismo, no llevar una vida sedentaria y resistir las tentaciones.